Madre mía, hace tanto tiempo que no escribo aquí que me da como una sensación de vértigo...
Os cuento la historia:
"Érase una vez una niña que quería contar cositas sobre un maravilloso viaje que tuvo la suerte de hacer. La niña pasaba sus días y noches rumiando como contar estas cositas para que nadie se aburriese. Pensó tanto en esto que se le llenó la parte del cerebro que estaba dispuesta a asumir ese trabajo, de manera que llegó un día en el que no podía pensar más. Así ocurría, que ella sabía que quería contar y lo intentaba, pero por h o por b las intenciones se le caían por el camino y no llegaba a reunir a la gente que quería que le escuchase. Llegados a este punto la niña lo vió claro: tenía los huevos preparados, pero había querido cocinarlos sin ayuda alguna, ¡que tontería!, cualquiera sabe que se necesita algo más para cocinar".
Ahora tengo localizados el aceite, la sartén y el fuego, ¡a cocinar!
siempre que llegas a casaaaaaa
me pillas en la cocinaaaaaa
Os cuento la historia:
"Érase una vez una niña que quería contar cositas sobre un maravilloso viaje que tuvo la suerte de hacer. La niña pasaba sus días y noches rumiando como contar estas cositas para que nadie se aburriese. Pensó tanto en esto que se le llenó la parte del cerebro que estaba dispuesta a asumir ese trabajo, de manera que llegó un día en el que no podía pensar más. Así ocurría, que ella sabía que quería contar y lo intentaba, pero por h o por b las intenciones se le caían por el camino y no llegaba a reunir a la gente que quería que le escuchase. Llegados a este punto la niña lo vió claro: tenía los huevos preparados, pero había querido cocinarlos sin ayuda alguna, ¡que tontería!, cualquiera sabe que se necesita algo más para cocinar".
Ahora tengo localizados el aceite, la sartén y el fuego, ¡a cocinar!
siempre que llegas a casaaaaaa
me pillas en la cocinaaaaaa